Si desea leer en su totalidad, estos artículos, los puede solicitar por correo electrónico a: susovi-arroba-latinmail.com.
___________________ (@)
____________________________________________________
® “El poder de Vivir”
® “Nos diferencia de las otras especies, la envidia y la maldad."
Ernesto Omar Andrade Meccia - Psicólogo
************
Hoy se hace muy difícil vivir dentro de esta confusión y mentiras, en la que estamos todos involucrados, inadmisibles por la descarada e insoportable magnitud. En pleno siglo 21, se sigue invadiendo países que están sumidos en la miseria y la desesperación. La iglesia católica, servidora vernácula del la tiranía y el horror, fue siempre testigo participante de la violencia y de la represión de los pueblos. El fanatismo, nihilismo y fundamentalismo, con la ambición desmedida de poder, son la causa de las guerras y desgracia, de millones de seres que viven desamparados en el mundo, que mueren de hambre, mientras sin piedad se derrochan fortunas, diariamente. Vivimos en un planeta donde se trafica con las almas y hasta la libertad está esclavizada.
Para sobrellevar las circunstancias dificultadas por la corrupción, la única manera es continuar con nuestro trabajo individual, como única satisfacción personal, imponiéndonos la condición de ser humildes, respetuosos, tolerantes, comprensivos y observadores, para diferenciarnos de aquellos que nos damos cuenta que viven equivocados. Que el premio será nuestras propias obras.
Que no te asusten los días de tristeza o depresión, es porque se está creciendo, aprendiendo a vivir…y esto es doloroso. La angustia es un llamado de atención, que nos avisa con esa sensación, que hay algo que no funciona y algo debe cambiar dentro, no fuera. Pero sin miedo a nadie ni asustarse, porque nos quitaría la alegría de vivir y tampoco es para tanto. Se debe intentar ser una buena persona, afable, que justifica, por el propio bien, borrando las palabras: odio, rencor, culpa y venganza, de nuestro diccionario.
Que tampoco tengan que pedirte perdón, que no eres Dios, ni darlo, porque serías un cínico. Perdonar es olvidar y no se olvida, aunque podamos disculpar y disimular los errores.
La vida, cada día, nos plantea problemas que resolver, desde que nacemos hasta el último suspiro y esto es lo interesante de ella. A todos nos pasan cosas y nos acompañan desgracias a superar. Aquellas insuperables e irreparables, intentemos abandonarlas en el absurdo, con todas sus consecuencias, para no quedarnos abrazados a ellas, sin pensar en el futuro que sólo es una posibilidad remota.
Hay seres que han nacido en el lugar equivocado o que con los que conviven no son felices. Lo inteligente sería, en cuanto pueda, cambiar de domicilio o de trabajo, si tiene conflictos, según reflexione y defina. Siempre habrá algunos, que desearemos no haberlos conocido o no volver a encontrarlos ni verlos jamás. El poner distancia, en estos casos, es el mejor remedio.
Por eso, no olvidar que el mejor seguro de vida ante los hijos es el ejemplo, porque así como vean actuar a sus mayores y entorno, en la vejez han de tratarlos exactamente, sin consideración ni diferencia alguna. No se le puede pedir a un hijo que adelgace o que no sea adicto, si uno está gordo, fuma o bebe. Comencemos por respetarnos y respetar, para ser respetados. A querernos y querer, para ser queridos. Sin determinar lo que deben hacer los demás, dejándolos ser y hacer, sin juzgarlos, que cada uno tiene demasiado consigo mismo y su conciencia.
Si no eres querido o admitido por tu condición -que esa sería la justificación de seres que no te han querido nunca- piensa en ti y por ti, sin que te perjudique ni preocupe la intención inútil de la gente que te agobia, sin perturbarlos ni dejar que te perturben. Aceptando a las personas, sea cual fuere su condición social, sexual o raza. Tú eres ante ti y los demás, la auténtica y legítima verdad a valorar, por ser el único amigo incondicional en quien puedes confiar. A quien debes fidelidad, antes que a nadie, por ser el aliado con el que tienes la obligación de compartir la vida, aprendiendo a convivir y disfrutar, a través del ensayo y del error, sin perder por nimiedades tu escaso tiempo a vivir; sin la obsesión del futuro que sólo es una posibilidad.
Depredadores sufrientes con intención de eternidad, venimos de transformaciones biológicas y no estamos tan evolucionados como creemos. Somos 6 mil millones de bacterias expandidas por todo el mundo, venidas a más, con delirios de inmortalidad. Que evolucionamos lentamente por un proceso aletargado, debido a la contaminación de este planeta por seres inconscientes y perversos que lo pueblan.
Mutaciones genéticas que idealizan dioses y fantasean paraísos eternos, imaginando una inmortalidad plena de riquezas y abundancia, porque no asumen su condición de mortales. Por un complejo de superioridad propio del ignorante, que no quiere reconocer que sólo participa del proceso selectivo de la naturaleza y de su equilibrio ecológico, como cada una de las especies… y nada más.
____________________________________________________
En uno de sus últimos artículos, el autor reflexiona sobre la muerte, y nos brinda una lección de cómo afrontar un hecho tan natural, para el cual nadie nos prepara.
************
® “El último vuelo”
® “En un mundo de hechos, morir es un hecho más”
Ernesto Omar Andrade Meccia - Psicólogo
*************
La muerte es un fenómeno terrenal y un pasaje más de la existencia. Culminación de este aprendizaje experimental y momentáneo, que evoluciona al alma. Los que la miramos con una distancia clínica, desdramatizamos toda incomodidad que ella sume a la anarquía de sus propias leyes. Las circunstancias a vivir no tienen relevancia y las experiencias de toda índole, aunque algunas hayan sido extraordinariamente perturbadoras, pierden su valor e importancia y se ven triviales todas las incomodidades e intereses mercenarios.La verdadera racionalidad pasa a disfrutar la auténtica sensación de paz, con antelación premonitoria, “sin complejos de culpa ni duelos absurdos e inútiles”, en una expresión permanente de paz interior que abarca todo aquello que nos hizo felices, hemos amado y disfrutado. Alcanzando nuestro estado de ánimo el nirvana (la beatitud) y madurez, al igual que la sobriedad emocional, mirando con escepticismo a las perversas torpezas que nos parecieron ingeniosas.Cuando sabes con antelación que se avecina el final, en el primer momento se siente una gran impotencia psicológica y la sensación abrumadora de la intransigencia, por tener que dejarlo todo. Y se apodera la soberbia del estado de ánimo, con una pregunta infantil y absurda ¿Por qué a mí? Respondiendo la razón ¡Por qué no! Es entonces que comienza el peregrinar por todos los pensamientos que deberemos abandonar y recuerdos que no han sido nada más que las fantasías que nos han acompañado durante toda la vida, para hacernos sentir legendariamente eternos, cuando sólo somos insensatos mortales.